Existe una epidemia de mujeres bellas, inteligentes, profesionales y excelentes que no consiguen parejas, se ha convertido en una norma que mujeres exitosas se queden solas en sociedades donde el machismo ha sido lo usual. Una de las causas es que la sociedad ha glorificado el sexo y banalizado el amor, una mujer criada con principios familiares en los tiempos le cuesta esfuerzo el conseguir pareja, la moral con que criaron a las mujeres que hoy son treintonas es diferente a la moral con que criaron hoy a veinteañeras, esas mujeres tienen que luchar con la tendencia de que al amor se le llega desde el sexo y la tendencia a la falta de compromiso, el cual produce mujeres solas.
La mujer se ha dado cuenta que no necesita un hombre para vivir, el problema esta en que se polariza hacia la soledad, el dilema de la mujer de hoy en día es que sigue los lineamientos de su madre o si se declara en rebeldía con principios obsoletos, no es posible amar a un hombre si previamente consideras que son unos perros. Ella no sabe si cambiar ese estatus o quedarse en la comodidad del individualismo.
- Se queda sola y no la rige nadie.
- Se mete en una relación donde quita esa soledad y pierde la individualidad.
En sociedad sexualizada como esta, el amor solo esta en tarjetas de Hallmark, el punto esta en: ¿Como hacemos el amor sin tirar?..
En nuestra cultura la virginidad es una enfermedad, pero a su vez la mujer tiende a protegerse del paradigma de mujer fácil.
El matrimonio no implica necesariamente familia, la hacen los lazos de amor que rigen a sus integrantes. El ideal del amor, familia y amistad es tener la capacidad de compartir la vida con el ser amado, de asumir juntos responsabilidades y no solo tener sexo. Si una relación se basa solo en el placer y no en la realidad (asumir una familia con capacidades y limitaciones humanas) entonces no van a durar, es por ello que como consecuencia existen muchas parejas dominantes debido a esta incapacidad no de amar sino de ser responsables de sus propias decisiones.
Es una incoherencia el glorificar la individualidad y luego llorar por las esquinas porque no se tiene pareja; el éxito no riñe con el amor, pero en el caso de de millones de mujeres solas y exitosas ese axioma suena una ruda falsedad.
En fin, para una mujer no quedarse sola el reto que sobreviene es:
¿Bajo mis estándares o impongo mi autoestima?.
